Aloe Vera Recolección y elaboración

La planta de Aloe se cultiva en muchas áreas del planeta, especialmente en climas calidos y secos. Existen plantaciones en África, Australia, América Central, México, Rusia , Japón y también en los países calidos de Europa (España, Italia, Grecia) a diferencia de los países africanos, sudamericanos y asiáticos, el sur de Europa, tiene que seguir procedimientos de control de calidad productiva muy estrictos, cumpliendo asi las normativas CEE. De esta manera las producciones biológicas poseen una certificación estatal, garantizando que el Aloe no procede de cultivos excesivamente explotados tanto física como químicamente.

Se considera que España, Italia, Grecia e Israel puedan ser, en la actualidad, las mejores zonas  de producción y abastecimiento que existen en el mundo.

Como garantía para el consumidor, el productor debe indicar en la etiqueta de los productos el país de procedencia, y la calidad de las plantaciones.

Los métodos exclusivos de cultivo, recolección, extracción y estabilización que existen en la actualidad permiten obtener un jugo cuya consistencia es comparable a la hoja fresca autentica.

Aunque la calidad productiva general mejore, existen numerosas empresas que, atraídas por el milagro del beneficio fácil, piensan solo en la cantidad producida y en la economía del proceso productivo, por lo que introducen en el mercado productos que solo son un simple zumo, casi sin principios activos.

2. Recolección y elaboración óptima del Aloe

Debe realizarse de forma manual, hoja por hoja, cortándola correctamente por la base, para que el valioso gel que contienen dentro no entre en contacto con el aire, oxidándose de forma irreparable antes de su estabilización. Las hojas deben enviarse al centro de elaboración en lotes de una tonelada como máximo. Un corte poco preciso o una recolección apresurada hacen que la hoja se oxide rápidamente con resultados nefastos para la calidad productiva.

3. Lavado

Las hojas de Aloe Vera recogidas de esta manera, y por lo tanto, auto precintadas permiten un lavado en profundidad, de la superficie externa, para eliminar cualquier carga bacterica existente mediante una solución detergente a base de sales especificas.

4. Extracción y elaboración de la hoja

Extracción y elaboración de la hoja

Muchos productores usan a este punto una trituración muy sutil de toda la hoja. La hoja de Aloe Vera está compuesta por un gel interno , llamado parénquima y por una cutícula verde muy coriácea que constituye el envoltorio externo.

Con la trituración de la hoja entera se consigue una pulpa densa y verdosa de sabor muy amargo y actividad excesivamente laxante a causa de la presencia, en exceso, de varias sustancias antraquinonicas, como aloína y ácido aloético, localizadas en la parte externa de la hoja. La necesaria eliminación de estos compuestos, puede ser obtenido con la filtración de carbonos activos, reteniendo así todas las sustancias indeseadas y también una gran cantidad de sustancias y componentes “buenos”.

En práctica se está empobreciendo el producto.

Este proceso, bastante difundido, garantiza una velocidad y economicidad incomparables. Lo que si es cierto es que el producto final no mantiene las características del gel interno, ya que está mezclado con el resto de la hoja.

Para evitar esto, las empresas mas serias descortezan las hojas a mano, una a una, con el fin de evitar cualquier procedimiento de filtración dañino. El descortezo a mano es una fase extremadamente laboriosa, necesaria para obtener un mejor producto.

Este procedimiento es indispensable para evitar los procesos industriales de filtración, que eliminan gran parte de los principios activos del producto incluidos en esta maravillosa planta.

La hoja viene sin en el envoltorio exterior, dejando libre el gel interno, que se muele para producir, de esta forma, una rica pulpa mucho mas fluida.

5. Estabilización

La pulpa obtenida en el proceso de extracción, es excesivamente densa y poco estable en el tiempo.

El proceso que siguen normalmente muchos productores consiste en introducir en esta masa gelatinosa poco útil una enzima, la celulosa, que se ocupa de liberar los enlaces, transformándola en el jugo que todos conocemos.

Otros productores utilizan el calor, que rompiendo los enlaces de los muco polisacáridos contenidos, permite la fluidificación. A menudo, dicho calor alcanza temperaturas elevadas, 70º C aproximadamente, típicas de los procesos de pasteurización. Otras veces se pasteuriza el producto para estabilizarlo en el tiempo. Sobra decir que, todos estos procesos influyen negativamente en el objetivo final, es decir, el de ofrecer al consumidor un jugo que se aproxime lo máximo posible a las características de la planta fresca. El calor quema y por consecuencia, neutraliza, la mayoría de los principios activos del Aloe, disminuyendo así gran parte de su eficacia.

Tras años de experiencia productiva, hoy en día algunas empresas pueden elaborar pulpa densa de aloe evitando utilizar categóricamente cualquier forma de calor o de enzimas.

6. Transporte y protección

La última fase de la producción, que muchos infravaloran por error, consiste, en la fase del transporte de la materia prima al lugar del embotellamiento, que debe realizarse en contenedores especiales con capacidad para una tonelada, que proteja el producto de los rayos UVA y UVB.

Los contenedores además tienen que ser refrigerados, ya que en los contenedores tradicionales el producto puede fácilmente alcanzar los 60º con efectos perjudiciales para la materia prima comparables a una pasterización indeseada e inadecuada.

El Aloe producido de esta manera no volverá a estar en contacto con la luz durante el resto del proceso productivo.
La empresa Zuccari srl, cumple correctamente todos los procesos requeridos para conseguir un producto totalmente natural.

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